
Aunque se habla principalmente de los síntomas inmediatos del COVID-19, normalmente perdemos de vista los efectos de largo ya que este virus puede dañar los pulmones, el corazón, los riñones y el cerebro, lo que aumenta el riesgo de problemas de salud una vez que se ha salido de la infección.
Todas las personas que han sufrido de la infección Covid-19 están propensas a sentirse mal durante un tiempo entre una semana y varios meses posteriores a la enfermedad. Los sintomas y signos más comunes incluyen:
- Latidos rápidos o palpitaciones
- Pérdida del olfato o del gusto
- Depresión o ansiedad
- Mareos al ponerse de pie
- Fatiga
- Problemas de memoria, de concentración o para dormir
- Falta de aire o dificultad para respirar
- Tos
- Dolor articular
- Dolor en el pecho
- Dolor muscular o de cabeza
- Empeoramiento de los síntomas después de hacer ejercicio físico o mental
Daños a los principales órganos
También se pueden presentar daños a los principales órganos del cuerpo tales como los pulmones, el corazón, los riñones y el cerebro que provocan complicaciones de salud durante mucho tiempo posterior a la infección por Covid-19.
Algunos adultos y niños presentan un síndrome inflamatorio multisistémico después de haber tenido COVID-19. En esta afección, algunos órganos y tejidos se inflaman gravemente.
En algunas personas, los efectos persistentes para la salud pueden incluir problemas respiratorios a largo plazo, complicaciones cardíacas, deterioro renal crónico, accidente cerebrovascular y síndrome de Guillain-Barré, una afección que causa parálisis temporal.
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Coágulos sanguíneos y problemas de los vasos sanguíneos
La COVID-19 puede hacer más posible que las células sanguíneas se acumulen y formen coágulos. Mientras que los coágulos grandes pueden causar ataques al corazón y accidentes cardiovasculares, se piensa que mucho del daño al corazón causado por la COVID-19 viene de coágulos muy pequeños que bloquean los diminutos vasos sanguíneos (capilares) en el músculo del corazón.
Otras partes del cuerpo afectadas por los coágulos sanguíneos incluyen los pulmones, las piernas, el hígado y los riñones.La COVID-19 también puede debilitar los vasos sanguíneos y hacer que tengan fugas, lo que contribuye a problemas potenciales y a largo plazo con el hígado y los riñones.
Problemas de estado de ánimo y de fatiga
Las personas con síntomas graves de la COVID-19 con frecuencia necesitan tratamiento en la unidad de cuidado intensivo de un hospital, con asistencia mecánica, como la de un respirador, para respirar. Muchas personas que ha vivido esta experiencia son suceptibles de presentar el síndrome de estrés postraumático, depresión, y ansiedad.
También muchas personas que se han han desarrollado el síndrome de fatiga crónica, un trastorno complejo caracterizado por fatiga extrema que empeora con la actividad física o mental pero no mejora con el descanso.
Aún se están estudiando los efectos a largo plazo de esta enfermedad (Covid-19), lo que implica que podría haber más efectos nocivos para el cuerpo que no se han detectado.
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Fuente: Mayo Clinic